“Desgraciadamente, tan pronto como empezamos a crecer somos adoctrinados por todos los medios posibles. A causa de la conceptualización, nuestras experiencias sensoriales nos informan con una incorrecta descripción del mundo. Cuando vemos una montaña no la vemos en su mismidad, sino que adherimos a ella toda clase de ideas, a veces puramente intelectuales, pero frecuentemente cargadas de emotividad. Cuando todo esto envuelve la montaña, esta se transforma en algo monstruoso. Ello es debido al propio adoctrinamiento de nuestra enseñanza «intelectual» y a nuestros intereses personales, ya sean individuales, políticos, sociales, económicos o religiosos. La imagen que así se configura es horrible, retorcida y tergiversada de todos los modos posibles. En lugar de vivir en un mundo presente a la Naturaleza Primaria en su desnudez, vivimos en un mundo artificial y «culturizado». Y lo peor es que no somos conscientes de ese hecho”.
El zen y la cultura japonesa by Daisetz T. Suzuki